Plan de Desarrollo: Prevén un Centro de Gestión de Riesgos en CDMX
Ante las amenazas de desastres naturales que enfrenta la ciudad, como sismos e inundaciones, se requiere crear un Centro de Gestión Integral de Riesgos para la Ciudad de México y la Zona Metropolitana, modernizar el Atlas de Riesgos y diversificar el financiamiento contra desastres, establece el anteproyecto del Plan General de Desarrollo (PGD).
El documento propone que el Atlas de Riesgos se utiliza como “una herramienta dinámica y de fácil interpretación”, y que la información sobre los riesgos que enfrenta la ciudad sea accesible.
El objetivo a mediano plazo es que ese instrumento no solamente describe los desastres, sino que puede predecirlos con anticipación y el impacto que pueden tener en la ciudad.
A largo plazo, que el atlas “sea un ‘gemelo digital’ del riesgo urbano”, es decir, que en tiempo real permite estimar el riesgo de que ocurra un desastre determinado, como una inundación y mostrar sus posibles efectos en un simulador.
CENTRO REGIONAL
El PGD, que desarrolló el Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva (IPDP), también sugiere crear el Centro de Gestión Integral de Riesgos para la Ciudad de México y la Zona Metropolitana.
Este coordinaría la respuesta de los gobiernos de la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo en caso de desastres y permitiría que a largo plazo haya protocolos homologados, “garantizando una respuesta rápida y eficiente ante cualquier situación de emergencia”.
Otra de las acciones que plantea es crear el Sistema de Alerta Temprana Multiamenaza de la Ciudad y que, más adelante, mediante el uso de inteligencia artificial, la capital del país cuente con “alertas altamente predictivas y oportunas, anticipándose a eventos extremos y orientando acciones específicas”.
El documento expone que es necesario elevar el nivel de competencia y especialización del personal directamente encargado de la gestión integral de riesgos y asegurar “que las capacidades tácticas-
operativas de alcaldías y dependencias sean robustas y homogéneas”.
Así como crear Brigadas Comunitarias para la Prevención del Riesgo de Desastres e iniciar la formación en protección civil de los ciudadanos, desde los primeros años de escuela.
En materia de formación, se propone poner en marcha el Programa Girando con Ollín–El Chapulín de la Prevención para enseñar a la población a estar preparada y saber cómo reaccionar en caso de sismos, inundaciones, deslaves y otros desastres.
La idea es iniciar el programa en la periferia, en las zonas más vulnerables a desastres, e irlo extendiendo al resto de la ciudad para que a largo plazo la cultura de la prevención y autoprotección “esté profundamente arraigada en la ciudadanía”.
FONDO PARA EVENTUALIDADES
El anteproyecto del PGD, cuyo proceso de consulta inició el 10 de noviembre pasado, exponen que es fundamental crear un Fondo de Resiliencia para la Reducción del Riesgo de Desastres, que cuente con recursos para invertir en infraestructura que resista eventos como sismos o inundaciones.
La meta es que en el largo plazo ese fondo se transforma en una fuente de financiamiento “autosuficiente y estratégica, capaz de atraer inversiones público-privadas e internacionales para proyectos de gran escala y largo plazo”.
En cuanto a las condiciones del suelo de la ciudad, el PGD señala que se requiere “establecer un sistema de atención geológica que identifique oportunamente las zonas de riesgo y permita a la Secretaría de Obras y Servicios priorizar y ejecutar las obras de mitigación de grietas y hundimientos diferenciales”.
Acerca de los riesgos asociados a las acciones humanas, plantea “reducir los riesgos asociados a las instalaciones de gas en las viviendas impulsando un programa interinstitucional para la verificación de instalaciones de gas en la vivienda”.
SATÉLITES Y DRONES PARA VIGILANCIA
La protección del suelo de conservación y los bosques es fundamental para el equilibrio ecológico en la ciudad, por lo que el anteproyecto del Plan General de Desarrollo (PGD) propone fortalecer el control de incendios y de tala ilegal, así como monitorear el cambio de uso de suelo, como parte de la estrategia de protección.
Para controlar el problema de la tala de árboles y los incendios, el PGD plantea poner en marcha “operativos regionales de vigilancia y manejo forestal con tecnologías de monitoreo satelital y drones, reforzados con brigadas comunitarias”.
El plan también sugiere fortalecer la vigilancia en el suelo de conservación, para que no crezcan los asentamientos irregulares, así como impartir educación ambiental en todas las comunidades para incrementar “la concientización y el cuidado del medio ambiente, con el objetivo de disminuir la contaminación y prevenir la sobreexplotación de recursos”.
El PGD también propone, mediante el programa Bosques por Siempre, recuperar 800 hectáreas de suelo de conservación y reforestar ecosistemas en los que hay alrededor de 51 millones de árboles.
Y exponen que es importante trabajar con las comunidades agrícolas en las alcaldías del sur de la ciudad, para que produzcan de una forma sustentable y cuenten con la tecnología y el equipo para hacerlo.
-Georgina Olson
cva


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