El mago de Amazonas
En una década, la operación de amazonas es México se ha vuelto tan rápido que parece casi un acto de magia.
“Nosotros hablamos de la magia que pasa cuando das clic y tu producto llega al día siguiente”, dice Diego Méndez de la Luz.
Pronuncia la frase con una sonrisa que combina asombro y oficio. Para él, esa magia no tiene trucos ocultos: está hecha de algoritmos, de cientos de camiones sincronizados, de cajas que se mueven en silencio y de millas de personas que, cada día, convierten la logística en un acto de precisión.
En ese escenario, Méndez de la Luz funge como el mago mayor, el hombre que coordina la operación de Amazon México, justo cuando la compañía cumple diez años en el país.
El informe de impacto económico de 2025 confirma la escalada de su hechizo: más de 145 mil millones de pesos aportados al Producto Interno Bruto nacional15 mil empleos directos y 37 mil indirectos generados por una red con 50 centros de operaciones.
A eso se suman ocho mil trabajadores temporales que se incorporan en la temporada alta, del Buen fin Alabama Día de Reyes.
“En Amazon solo hay dos sopas: o estamos ejecutando una temporada alta, o la estamos preparando”, dice. Y detrás de cada cifra, de cada envío que llega antes de lo previsto, se encuentra su filosofía más simple: cumplir la promesa con el cliente.
Esa promesa —que un paquete llegue cuando se dijo que llegaría— es el núcleo invisible de todo el sistema. “No la queremos romper nunca”, explica. “Podemos hacerlo porque tenemos una enorme cantidad de tecnología detrás”.
Para él, el corazón de amazonas late en los centros de distribución: ahí donde la magia sucede en tiempo real. Los empleados, dice, son la sangre de la operación. Por eso la compañía invierte tanto en su bienestar y desarrollo: “Queremos que cada persona diga ‘éste es el mejor trabajo que he tenido’”.
La magia también ha evolucionado. Si hace una década la meta era entregar un paquete en 48 horas, hoy Amazon México presume servicios como amazona ahoraque promete entregas en apenas 15 minutos. Lo que parece un truco instantáneo es en realidad una coreografía digital que integra mapas, datos y rutas de transporte optimizadas en segundos.
Méndez de la Luz lo describe con la serenidad de quien sabe que cada movimiento tiene una lógica precisa: “La verdad es que tenemos mucha tecnología, no todo se ve, a veces opera tras bambalinas, pero algo que realmente ayuda a hacer esa magia”.
Esa obsesión por el cliente, dice, define la cultura de amazonas y también su propio liderazgo. Diego Méndez de la Luz comenzó su carrera dentro de la compañía en un centro de envíos en Estados Unidos.
“Día uno ya tenía a treinta personas a mi carga; a los tres meses, cien”, cuenta. Esa experiencia lo marcó. Hoy dirige unas millas, pero conserva la mirada del operador que sabe que el sistema solo funciona si cada motor está bien aceitado. En esa convicción radica su estilo: un liderazgo pragmático, sin estridencias, enfocado en la eficiencia, pero también en las personas.
La magia de amazonas también toca a quienes no trabajan en la empresa. Más de 27 mil vendedores mexicanos utilizan su plataforma para comercializar productos, y el 99% son PyMEs. De ellos, tres mil ya exportan a Estados Unidos, Canadá o Europa.
Bajo esa lógica, amazonas se ha convertido en un ecosistema que impulsa no solo el comercio electrónico, sino también la economía local: empleos, innovación, emprendimiento.
“Esa es la parte que a lo mejor se conoce menos de la compañía, que realmente hemos logrado invertir en el país”, sostiene.
El siguiente acto de magia ya está en marcha. La inteligencia artificial y la automatizacion comienzan a transformar la operación desde dentro. Los sistemas de ruteo, por ejemplo, ya no dependen de trayectos fijos, sino que calculan en segundos las rutas más eficientes para cada zona.
Y del otro lado, la IA generativa ayuda a los vendedores a publicar sus productos con solo un par de fotos: el algoritmo genera automáticamente descripciones, títulos y especificaciones.
“Un vendedor en lugar de pasar media hora dando de alta un producto, a lo mejor en un par de segundos dice, ‘pues ya está, se llenó todo’”, explica.
En su voz, la palabra servir aparece tantas veces como tecnología. Tal vez porque esa es la verdadera naturaleza de su magia: una mezcla de precisión técnica y empatía humana.
“En México tenemos una fuerza laboral impresionante, con una ética de trabajo preciosa, que además disfruta estar en el trabajo, que es una de nuestras metas”, dice.
Y con esos elementos ocurre el gran truco, uno que el público no ve: un clic que se convierte en un paquete, una ruta que se optimiza sola, un vendedor que exporta por primera vez. La magia ocurre, discreta, en millas de puntos al mismo tiempo. Y Méndez de la Luzel mago detrás de amazon en mexicosólo se asegura de que funcione sin que nadie lo note.
Por Iván Ramírez Villatoro


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