Dos de suadero, con clembuterol, para llevar

Dos de suadero, con clembuterol, para llevar

La semana pasada se realizó en el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR) el selectivo de clavados para las Copas del Mundo 2026. Fue una vergüenza que los participantes tuvieran que alimentarse de sándwiches y, peor, de los tacos de un puesto callejero porque desde hace semanas ese lugar, que se supone es el centro deportivo más importante donde se concentran los mejores deportistas de mexicono cuenta con servicio de comedor.

Los deportistas —que tanto cacarea el director de la Conade, Rommel Pacheco.que están perfectamente atendidos—comen tacos de suadero, pastor, longaniza, cabeza y tripa, alimentos que ningún nutriólogo de la Conadeni la propia titular de Medicina del Deporte, Dulce María Pérez Floresse atreverían a sugerir a como parte de la dieta de quienes están consagrados al alto rendimiento.

Entre el alto aporte calórico por la grasa y el hecho de que México tiene el gran problema de que el ganado se engorda con clembuteroluna sustancia que se encuentra en la Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA)claramente no es la mejor idea que los deportistas se alimentan con lo que haya.

De qué sirve que los nutriólogos se devanen los sesos creando planos de alimentación si por falta de comedor, o porque se aburren de la comida que les sirven, se salen a buscar las peores opciones. También es el caso de los deportistas paralímpicos que deben salir en silla de ruedas a buscar sus alimentos porque tampoco tienen comedor.

Desde que se implementó este servicio en las instalaciones deportivas de la Conade jamás había pasado que los deportistas no tuvieran qué comer. Por supuesto, ha habido mejores o peores comedores. No son pocas las veces que se han enfermado por comer o beber agua o porque, en plena pandemia, donde no había otra opción, había que quitarle los pelos a la comida o de plano tragarla para no sentir el mal sabor.

El servicio de comedor también ha sido una gran fuente de corrupción histórica en la Conade: con licitaciones amañadas, moches o mal servicio. Sin embargo, cuando creemos que una administración no puede ser peor llega la nueva y la supera con creces. La diferencia entre antes y ahora es que los presidentes no se solapaban ni consentían descaradamente todo lo que los directores hacían mal. No olvidemos cómo Felipe Calderón le cortó la cabeza a Carlos Hermosillo y Enrique Peña Nieto a Jesús Menay por nada también a Alfredo Castillo, a quien los deportistas salvaron porque le lloraron al presidente para que no lo quitara.

Decepciona que la 4T, que juró combatir la corrupción y la impunidad, la tolerare en el caso de la Conade y premie con aplausos públicos la ineptitud.

Consentir no ayuda. El examen que se debe acreditar es el de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028un sinodal implacable donde un kilo de más puede ser la diferencia entre ganar o perder una medalla.

POR BEATRIZ PEREYRA

COLABORADORA

Twitter: @beatrizapereyra

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