Sudán: ¿Guerra Civil o de Intereses Económicos y Políticos Exógenos?
A partir de una serie de desacuerdos sobre la transición a un gobierno civil después del derrocamiento del dictador Omar al-Bashir en 2019, seguido por un golpe de Estado militar en 2021, en abril de 2023 se inició un enfrentamiento entre las Fuerzas Armadas del Sudán (FAS) constituido por las fuerzas del Estado y la milicia paramilitar Fuerza de Apoyo Inmediato (RSF) por el control total del territorio sudanés.
Los enfrentamientos entre ambos Ejércitos han llevado a que el país registre masacres, hambrunas, violaciones a los derechos humanos, así como obstrucciones a la llegada de ayuda humanitaria, lo que provoca grandes desplazamientos internos de la población y un éxodo de refugiados en países vecinos.
Por su extensión territorial, Sudán es el tercer país más grande de África. Se localiza al noreste del continente y comparte fronteras con Egipto, al norte, con el mar Rojo al noreste, con Eritrea y Etiopía al estecon Sudán del Sur al sur, con la República Centroafricana al suroeste, con Chad al oeste y con Libia al noroeste. Sudán tiene unos 50 millones de habitantes y su capital es Jartum. La actividad económica del país se sustenta en la agricultura y la exportación de minerales (70%), principalmente oro y petróleo, que ha disminuido los últimos años a causa del conflicto armado.
A la fecha, los enfrentamientos bélicos han dejado un saldo estimado de 400 mil muertos, desplazando hasta 12 millones de personas y sometiéndose a una situación de inseguridad alimentaria a más de 25 millones, además de crímenes de todo tipo, incluso ejecuciones sumarias y asesinatos masivos. Gran parte de la infraestructura del Sudán ha sido destruida (carreteras, hospitales, redes de agua, escuelas, etc.) y cada vez se resiente más la escasez de servicios básicos de salud, electricidad, transporte, etc.
El RSF participó recientemente en El Fasher, la ciudad más grande y capital del estado de Darfur, en el noroeste de Sudán, y controla ahora gran parte de la zona occidental del país, en tanto las fuerzas gubernamentales detentan el control del este, incluyendo la capital Jartum. Los ataques de una y otra facción no tienen para cuándo terminar, y se estima que de no suscitarse una intervención enérgica de la ONU, el conflicto perdurará sin resolverse.
Según especialistas, la RSF es apoyada y financiada por Emiratos Árabes Unidos (EAU) y está constituida por millas de combatientes reclutados como mercenarios provenientes de Yemen, Libia y hasta de Colombiaque buscan tomar el poder para ejercer el dominio sobre las reservas mineras de Darfur, sobre todo de oro, de gran interés para los EAU.
Se dice, además, que el actual gobierno del Sudán y sus Fuerzas Armadas son apoyadas por Arabia Saudita, país separado del Sudán por sólo 190 millas que es lo que mide el ancho Mar Rojo entre ambos países, el cual ve como una fuerte amenaza el que los EAU puedan controlar el país e incidir en lo que se conoce como el “Cuerno de África”que incluye a Eritrea, Etiopía, Yibuti y Somalia, en perjuicio de su preeminencia sobre esta región estratégica del Mar Rojo, por la que transita entre el 10 y el 15% del comercio mundial.
La guerra civil del Sudán se ha convertido en un motín repleto de intereses económicos y políticos de países ajenos, donde el sacrificio y sufrimiento humano nada importa. Mucho se habla en la actualidad sobre las atrocidades que acontecen a diario en Ucrania o como lo fueron las de Gaza, pero muy poco de las barbaridades que se cometen en este país y en otras muchas. “Guerras Olvidadas” de África.
Si bien, la intervención de las grandes potencias mundiales ha hecho posible la terminación de otros conflictos armados como los no muy lejanos acontecidos entre India y Pakistán, Israel e Irán e inclusive el de Israel y el grupo de Hamas en Palestina, ojalá y estas mismas grandes potencias, unidas en torno a la ONU, tengan la virtud de voltear hacia el Sudán y logren dar solución a las terribles masacres y atrocidades que laceran a este y otros países africanos.
POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA
ANALISTA POLÍTICO
@TIGRE_AGUILAR_C
MAAZ



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